ELRINCONDACSA



Traductor :)

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Soñadores ♥

domingo, 27 de abril de 2014

¡No abráis ese manual de instrucciones!

Suena el despertador, me levanto perezosa de la cama y lo apago con cuidado para que deje de hacer ruido. Suspiro. Otro día más...
Con prisas, me dirijo a la cocina. Abro la nevera y me contengo. Pronto llegará el verano y todavía no he adelgazado lo suficiente. No puedo comer, no. Cojo un zumo meditándolo y le doy dos sorbos para que me deje de rugir la tripa. El resto, lo tiro a la pica. Perfecto, sonrío.
Me dirijo al baño ahora, y es allí donde me espera mi peor enemigo: el espejo. 
Me odio físicamente, lo admito. ¿Por qué no puedo parecerme a las chicas de la televisión? ¿Por qué no puedo ser tan guapa como ellas? ¿Por qué tengo este cuerpo tan asqueroso y no otro? Aparto la vista rápidamente y me empiezo a vestir girada. Verme desnuda frente al espejo es la mayor autodestrucción que puedo experimentar. Sí, me sobra de todo en todos lados, soy consciente de ello y vivo atormentada por ese mismo motivo. Siempre tengo un "Carla, monstruo" en mi cabeza.
Mientras me coloco la camiseta, me tengo que ver la odiosa barriga y el poco pecho que tengo. Agh... Dejo de fijarme y me dedico ahora a ponerme los pantalones. Mis piernas... parecen dos morcillas, dios. Tengo demasiado muslo y la cadera muy ancha. Por fin me he vestido, por fin. Ahora voy a ponerme con el pelo. Últimamente se me cae bastante y no me brilla como antes. No logro entenderlo pero menuda suerte la mía, hasta el pelo ahora es un asco.
¿Dónde habré puesto la bolsa de maquillaje? Ah, aquí. No puedo salir sin ponerme base y maquillarme, podría traumatizar a alguien. Estoy segura de ello, ya que a parte de un cuerpo horrible, también tengo una cara muy poco agraciada.
Cuando me siento ya lista, me miro en el espejo para verme si voy impecable. Bueno, soy un orco pero al menos hoy voy algo decente.

(Pasa un rato y ahora Carla se encuentra delante de la puerta principal del instituto).

Estoy llegando tarde, mierda. El profesor de mates me va a poner otro retraso, me lo veo venir. Empiezo a coger carrerilla y me adentro entre el bullicio de gente. Veo como todo el mundo se gira para mirarme. Resoplo con cara de mala leche, seguro que están cuchicheando algo sobre mi o sobre mi odioso físico. Tío, ya sé que estoy gorda pero no hace falta que me lo hagan notar de esas maneras todos los días. Venir al instituto y soportar a la gente que te encuentras en él, es un infierno. Decido taparme la cara con la carpeta y seguir andando rápido, a ver si así dejan de hacerme tanto caso los pesados. "Gorda, gorda, gorda..." oigo en mi cabeza...
Por fin me hallo delante de la puerta. Toco con cuidado esperando que al abrir despacio, me encuentre con la habitual riña de Raúl. Entro del todo y la explicación de la clase de matemáticas se para. Todos mis compañeros se quedan quietos, y Raúl pone una cara extraña que no logro entender que significa.
-Buenos días, Carla.-dice con una voz cansada.- Siéntate al lado de María y así podremos continuar con las ecuaciones, anda.
Desde luego, el profesor sabe como castigarme. ¡Mira que mandarme al lado de la foca de clase tiene narices eh!
Me recorro la clase intentando no hacer ruido y no estorbar al resto, hasta que por fin me coloco al lado de la desgraciada de María.
-Hola, puedes ir copiándote de mis apuntes si quieres, hoy Raúl ha empezado con ganas- susurra en voz baja y sonriendo a modo de saludo.
La miro en silencio y separo un poco mi mesa de ella. No quiero estar tan cerca, me da asco mirarla. Está feo que lo diga, pero tiene que ser duro estar tan obesa y que todo el mundo se ría de ti. ¡No puedo juntarme con otra que está aún peor que yo, no! Si es que pobrecilla, nadie puede aceptarla con un cuerpo tan espantoso como el suyo. ¿Por qué no se pondrá a dieta y no hará algo de ejercicio? Le vendría tan bien...
Veo como se estira y como sin querer, se le sube la camiseta quedando al descubierto sus michelines. La miro horrorizada y de repente me entran náuseas por todo el cuerpo. Estoy mareada, me siento muy mal. ¿Qué me pasa? María se gira hacia mí y me contempla con la boca muy abierta. Me estoy cayendo del pupitre, agh. El mareo que estoy experimentando se apodera de mí y me obliga a cerrar los ojos y ver cada vez más borroso...

(Continuación contada por María):

Se veía venir, pobre Carla. Aún estoy horrorizada de todo lo que ha pasado en tan pocas horas. Estos últimos meses estaba quedándose cada vez más delgada, y había llegado hasta el punto de parecer un esqueleto andante. Hoy estaba más débil y pálida que de costumbre, pero ya llevaba un par de semanas así. Incluso cuando ha entrado en clase, al estricto de Raúl se le ha encogido el corazón cuando la ha visto andar tan debilucha y cansada... 
La verdad es que una chica tan viva y alegre como era Carla el año pasado, impresiona que haya llegado a esto. ¿No tuvo suficiente cuando fue descalificada de las competiciones y fue borrada del club de tenis por desmayarse constantemente? A ella le encantaba jugar si no recuerdo mal... 
De repente, mis pensamientos se paran cuando recibo en el móvil una llamada de Carmen, su madre. Decido descolgar.
-¿Diga?
-María, cielo. Ay...-noto como le cuesta hablar y oigo como se moca la nariz.- Mi niña... ¡mi Carla!
-¿Qué ha pasado? ¿Qué han dicho los médicos? ¿Está bien?
-Gracias por haberla llevado hasta allí pero...-se pone a llorar desconsoladamente- Mi hija, mi hija ahora está ingresada en un centro donde... donde me han dicho que harán todo lo posible para curarla... Mi niña preciosa, ¿cómo no he podido darme cuenta antes?
-Anímese, ahora su hija está en buenas manos, estoy segura de ello. Y conociendo a Carla, seguro que se recupera enseguida, mucho ánimo. Sé fuerte. Cualquier cosa que necesite...- digo a modo de ánimo, ya que ojalá todo fuera tan fácil, los trastornos alimenticios son complicados.
-Oh, gracias, gracias... Mira cielo, te tengo que colgar. Era sólo para que supieras que mi hija está consciente otra vez y que lamentándolo mucho, no podrá acabar el curso con vosotros. Ya he hablado con su profesor y está al corriente de todo. Vuelvo a repetir que gracias por todo lo que habéis hecho él y tú al traerla aquí esta mañana...
Oigo como rompe a llorar de nuevo antes de colgar y se me para el corazón en ese preciso instante. Yo no he sido nunca precisamente amiga de Carla, y si para mí ha resultado un día horrible se me hace duro pensar lo que habrá resultado para la gente que la quiere de verdad.

Decido salir a la calle para despejarme pero no ayuda, veo carteles de "Adelgaza" o "Pierde peso" por todas partes que se han multiplicado desde que hemos entrado en verano. Me indigno, muy cabreada. No me gustan nada los cánones de belleza establecidos. ¿Qué pasa? Yo me salgo de la media establecida, ¿y qué? No me importa, soy feliz y me quiero. No me importa tener unos quilos de más o de menos. No me importa no ser lo que la gente quiere.
Carla siempre fue esclava de su cuerpo, y yo en cambio, siempre fui dueña del mío. 
Ella siempre dependió de su cuerpo. Su propio cuerpo la había convertido en su esclava, pidiéndole a gritos que lo mantuviera perfecto. Ella dependía totalmente de cada milímetro de su cuerpo.
En cambio, cuando una es dueña del suyo como yo, lo ve precioso tal y como es. Sí, sabe sus defectos y los reconoce. Pero sabe que estos defectos lo convierten en un cuerpo único y distinto a los otros.
Las que son esclavas, no saben lo que es amarse. No saben lo que es quererse.

Y decidme, ¿cómo esperáis ser aceptadas si no os aceptáis primero a vosotras mismas? ¿Cómo esperáis querer, si no os queréis ni vosotras?
Estoy harta de los cánones de belleza que ha impuesto la sociedad. Y lo peor, que muchas de nosotras queramos seguirlos. Cada mujer es única y bella a su manera con sus tallas y sus medidas propias y naturales.
¿Dónde está el manual de instrucciones que nos dice cómo hay que ser? Algo os digo: si existe, no lo abráis nunca. No sigáis las normas que vienen en él. ¡Creadlas vosotras!
Las mujeres tenemos que ser libres y amarnos tal y como somos. Amar la libertad, amar nuestras propias reglas que nos vamos marcando nosotras mismas en la vida.














Y ahora, dejando a una banda la pequeña historia de Carla y de María, os pido que reflexionéis sobre lo que habéis leído y sobre todo espero que hayáis captado el mensaje que se esconde entre líneas. Hoy dedico mi entrada a todas aquellas personas, independientemente de si son mujeres u hombres, que fueron o siguen siendo víctimas de un manual de instrucciones ficticio que nunca, y repito nunca, deberían haber abierto y que jamás olviden que todavía pueden cerrarlo y conseguir ser libres al fin.
Una vez más, gracias por leerme, soñadores.

viernes, 11 de abril de 2014

SUS MANOS...

¿¡PERO QUÉ VEN MIS OJOS!? ¿Aura se ha dignado a aparecer después de estar más de un año sin actualizar su blog? 
Pues sí, no es broma. He vuelto otra vez, y espero volver más a menudo. 
Ha pasado tanto tiempo...
He cambiado tanto yo...
Dicen que las experiencias de la vida nos condicionan a ser lo que somos, pues algo así me ha pasado. A mejor o a peor, pero ya no soy la Aura que un día dejó de actualizar y que ahora ha aparecido de la nada. Por lo tanto,  quiero advertir a mis viejos lectores que no garantizo que vuelvan a encontrarse con lo que esperaban anteriormente de mí y recibían a través de mis entradas.

Dejando a un margen mi repentina aparición, os cuento. Hace poco que conozco el término de "microcuentos" y nada, que me atreví a escribir uno sobre la violencia de género que me gustaría compartir con vosotros. Aquí os lo dejo y si os gusta, ya me explayaré más otro día y me pondré más seria con mi blog. Y por favor, ya sabéis que estoy abierta a todo tipo de propuestas y que me podéis pedir cualquier tema para que hable o reflexione de él. Al igual que si tenéis algún escrito vuestro que deseéis publicar, yo lo hago encantada (podéis pedirme el anonimato o que salga vuestro nombre, pero siempre diré que no es mía la entrada). Y si en cambio lo vuestro es dibujar y queréis aportar vuestro granito de arena, podéis ayudarme a decorar mi blog con cosas vuestras. No os cortéis, de verdad. Os atenderé en auramb95@gmail.com.
Por último, recordad que tener un público que te lea y te anime de vez en cuando, motiva bastante y ayuda a que me esfuerce más en mantener el rincón DACSA (De Aura Cuando Se Aburre). Así que os doy las gracias sólo por estar en este momento aquí, gastando vuestro tiempo en esta web. Podéis dejar valoración y comentarios abajo, gracias de nuevo.

Bueno, allá voy:


"Recordó esas manos que un día la habían amado y que luego acabaron por destrozarla. Las intentó olvidar y deseó una vez más, que dejaran de existir. Pero ella sabía que todo era inútil, ya le habían dejado huella para siempre".